El miércoles 19 de Mayo estuvimos un grupo de 12 tertulianos en CETINA para ver su CONTRADANZA y nos gusto mucho, el ambiente que se crea en la Plaza, la oscuridad y la luz de las antorchas, la música mil veces repetida, los trajes de los danzantes.Luego nos sorprende la fuerza y agilidad de los danzantes, que durante hora y media, van realizando sin descanso "las mudanzas", no es nada fácil mantener todas las figuras y danza tanto tiempo.
Todo esto genera que estos ancestrales bailes, alguien comentó posible su origen pagano, también estructura de autosacramental, etc,. Lo que si se puede decir que la Contradanza de Cetina es de lo más sorprendente de los dances de Aragón.
La belleza del palacio-fortaleza de los Fernández de Heredia, la iglesia o las ermitas de Cetina, y de todos sus lugares pintorescos queda eclipsada durante las fiestas patronales que se celebran el 19 de mayo en honor de Santa Quiteria y San Juan Lorenzo, santo medieval nacido en Cetina y martirizado cuando fue a predicar el cristianismo en el Reino nazarí de Granada. Estas fiestas son muy populares porque en ellas se interpreta uno de los dances más antiguos y espectaculares de Aragón: la contradanza de Cetina.
El nombre de esta contradanza proviene de un antiguo baile importado de zonas anglosajonas conocido como country dance. En Cetina lo interpretan ocho hombres y un 'diablo' que los dirige, diferenciado de los demás por su traje rojo con flores y puntillas blancas. Los contradanceros llevan antorchas y van vestidos con trajes blancos y negros que recuerdan remotamente a esquematizaciones de esqueletos. Se compone de 31 mudanzas o cuadros plásticos, semejantes a otros del siglo XVIII, y termina con una pantomima en la que el 'diablo' es ejecutado.
El que el baile sea nocturno, con teas y en plenilunio puede ponerlo en relación con el culto lunar y ritos agrícolas. La coreografía es dirigida por palmadas, y cada mudanza recibe nombres convencionales o descriptivos, algunos muy modernos, como el de 'dios de las aguas' alusivo a la estatua de Neptuno que estuvo en la plaza de España de Zaragoza y que ahora la encontramos en el Parque Grande. Otras reciben nombres religiosos como 'la peana de San Juan Lorenzo', 'Virgen de Atocha' o 'Triunfo de San Miguel' y otros profanos y descriptivos como 'el castillo', 'las tijeras', 'la silla' o 'la cama'.
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