LOS PARIAS DE EUROPA
Siempre he entendido que el racismo y la xenofobia se cura viajando, conociendo in situ las distintas etnias y razas que conformamos el mundo.
A veces me pregunto si nuestra sociedad ha avanzado algo con el paso de los siglos, digo esto porque en estos mismos momentos que estoy escribiendo lo que lees se está repitiendo la historia, los católicos reyes, no quiero escribir sus nombres, hace ya muchos siglos expulsaron a los gitanos de España, sin que se produjeran grandes agitaciones y convulsiones en los corazones de los ciudadanos, casi como ahora. Esta antigua y numerosa etnia está iniciando una penosa marcha; en estos días los gitanos rumanos y búlgaros se les están entregando un billete de vuelta, sin retorno, hacia sus países. Esta actitud filofascista comenzó con Mussolini, perdón, con Berlusconi en Italia, iniciando el desmantelamiento de algunos campamentos instalados en los límites de las ciudades, en Eslovaquia se ha llegado incluso a levantar muros frente a ellos para excluirlos del resto de la sociedad, ¿conocemos otra forma de vida de estos ciudadanos europeos? Se les acusa de practicar la mendicidad agresiva, la delincuencia… ya estamos asociando a la emigración con la ilegalidad, como si los hechos delictivos fuera algo exclusivo de los que han tenido que abandonar sus países. Parece ser que molestan cuando caminan por nuestras calles, incluso cuando realizan actividades como la venta de artesanía, o tocan canciones de bodas y funerales con sus fanfarrias.
A esta sin razón se ha sumado la “hospitalaria” Francia, país antes famoso por su política de acogida hacia los más desfavorecidos, los perseguidos, ya… pero… sus políticos han descubierto un enorme filón de votos con estas actitudes racistas, y eso… es lo más importante .
¿Dónde están las políticas de integración?, ¿dónde han aparcado lo de la libre circulación de ciudadanos? Los gitanos se encuentran todos los caminos cerrados, las embajadas de sus respectivos países los ignoran, y tampoco quieren que vuelvan a sus orígenes, por que también estorban, molestan…
Todo esto me produce un hondo desaliento. Estos hechos dejan a nuestra sociedad en carne viva. Es algo impúdico. Todos debemos estar avergonzados. Dejemos de estigmatizar y practiquemos la empatía colocándonos junto a los más débiles.
Parece que España se va a sumar a esta vergüenza, la ultraderecha, cada vez más rabiosa y fuerte lo está proponiendo, los votos está ahí, esperando. Cada vez se habla sobre esto con más claridad, sin ambages. ¿No nos suena esta canción tan repetida en la época nazi?
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