IV CERTAMEN DE RELATOS CORTOS “TERTULIA ALBADA”
La celebración se hizo este año en el Centro Cívico Oliver. Un cinco estrellas de los centros municipales. No pudimos completar el aforo que era en esta ocasión de 156 magníficas plazas, sillones comodísimos en filas con rampa que dieron lugar a una vista perfecta del espectáculo. La acústica perfecta, y los juegos de luces monumentales y variadas. En la cabina, al mando de un buen número de botones, palancas, clavijas, ordenadores, cedés y el resto de parafernalia estuvo Miguel Ángel dominándolo todo y logrando que los juegos de luces estuvieran en su sitio, la música de fondo fuera preciosa sin molestar, las diapositivas pasaran de una en una y en su momento justo en fin, un diez para el trabajo y el esfuerzo de Miguel Ángel.
Carlos Tundidor presenta el acto y el Jurado: Raimundo Lozano y José Ángel Monteagudo y Miguel Carcasona, otro de nuestros jurados, tenía esa tarde una conferencia en Capitanía con motivo de la Feria del Libro.
Llegó el momento del anuncio del tercer premio: empezábamos muy bien, Carmen Terrón saltó del sitio disparada hacia el escenario. Allí fue coronada casi, casi por el mismo dios, en este caso por Demetrio, jaleada, aplaudida y besada. Feliz y nerviosa, las palabras de salutación fueron saludadas con más aplausos. Arrastró como pudo el regalo, le había tocado algún kilo que otro de cultura, y Luis desgranó un pasaje de su relato “Besos” con su portentoso registro de voz.
El mismo Luis y Fernando nos regalaron los oídos con un recital dedicado a uno de los poetas más significados en la lucha contra la dictadura y en sus opiniones poéticas: Gabriel Celaya. Poemas como “España en marcha”, “La poesía es un arma cargada de futuro” y otros cuantos más fueron pasando a nuestras mentes por la vía de la escucha.
…El segundo premio es… ─la voz de Raimundo Lozano advertía de la riqueza del relato premiado y de su excelencia aconsejando imprimirlo con rapidez─ … “Ophelia Millais”
Nadie se movió en el recinto. Bueno no había que inquietarse, seguro que se había olvidado el autor o autora o bien esperaba a que se abriera el sobre y se leyera el nombre y apellidos. “Ophelia Millais” era Mª Carmen Heras Villanueva con el título de “Churras o Merinas”. Silencio absoluto en el teatro. Fernando Gracia leyó un pasaje del relato
El clarín vibrante que nos iba anunciar el fallo del primer premio comenzó a sonar de la mano, mejor dicho de los labios, de José Ángel Monteagudo, y nos explicó que había sido unánime. La tensión era evidente, a esas alturas el número de asistentes había pasado a ser de noventa y tantos, el silencio se rompió: “Hanna Schmidt” era el seudónimo. Ahora sí que hubo revuelo en un determinado sector de las butacas. Casi ni hizo falta romper el sobre con el seudónimo. María del Mar Mata era su poseedora. Repetía premio puesto que en la primera edición había ganado uno de los premios también. Su relato: “el vestido blanco” fue interpretado, al menos el comienzo, por la voz de Luis. Marimar fue coronada igualmente por Aurelia y cargada con el regalo consiguiente. Sus palabras dejaron un tinte de emoción y de alegría.
llegamos a eso de las ocho de la tarde al espectáculo de La Chaminera: Ángel y Mª José.
Nos deleitaron. Historias, decires, cuentos, sones, canciones, marionetas, instrumentos, todo ello en un maravilloso batiburrillo que nos encantó hasta las nueve menos diez minutos. Dulzainas, panderetas, rascadores, salterios, gaitas de boto, guitarricos, acordeón, todo se empleó en los cincuenta minutos que supieron a poco y a gloria.
Nuestro público se comportó como siempre respetuoso y participativo, a por el 5º Certamén.
pronto editaremos el Libro del 4º.Más fotos en enlace: ÁLBUM DE FOTOS
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