Muere Ernesto Cardenal
poeta, sacerdote y revolucionario
Me contaron que estabas enamorada de otro
y entonces me fui a mi cuarto
y escribí este artículo contra el Gobierno
por el que estoy preso.
y entonces me fui a mi cuarto
y escribí este artículo contra el Gobierno
por el que estoy preso.
El poeta y
sacerdote Ernesto Cardenal falleció este domingo a los 95 años. Su militancia
política y ser uno de los máximos representantes de la Teología de la
Liberación en Nicaragua le costó la suspensión del sacerdocio durante 30 años.
Fue hace poco más de un año cuando el papa Francisco le revocó la
'suspensión a divinis' que pesaba sobre él, impuesta por el Vaticano en
1985, cuando el papa Juan Pablo II le amonestó públicamente en el
aeropuerto Augusto Sandino, durante su primera visita a Managua. La noticia fue
anunciada por la poeta Gioconda Belli.
Ordenado sacerdote
en 1965 fundó la comunidad contemplativa de
Solentiname. Más tarde lucharía por la transformación
política de su país, apoyando activamente la lucha contra la dictadura de Somoza,
que gobernó Nicaragua durante casi medio siglo hasta el triunfo de la
revolución que encabezó el Frente Sandinista de Liberación Nacional en 1979. Fue
ministro de Cultura del Gobierno de Reconstrucción Nacional hasta 1987. En la década de 1990 renuncio a la
militancia del FSLN y actualmente era uno de los más férreos críticos del Gobierno de Daniel Ortega. en 2012 recibió el Premio Reina Sofía
de Poesía Iberoamericana entre otros.
Esta será mi venganza:
Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta
famoso
y leas estas líneas que el autor escribió para ti
y tú no lo sepas.
Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta
famoso
y leas estas líneas que el autor escribió para ti
y tú no lo sepas.
Salmo 1
Bienaventurado el
hombre que no sigue las consignas del Partido
ni asiste a sus mítines
ni se sienta en la mesa con los gangsters
ni con los Generales en el Consejo de Guerra
Bienaventurado el hombre que no espía a su hermano
ni delata a su compañero de colegio
Bienaventurado el hombre que no lee llos anuncios comerciales
ni escucha sus radios
ni cree en sus slogans.
Será como un árbol plantado junto a una fuente.
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